En El Valle de Antón, un pueblo de montaña enclavado en el cráter de un volcán extinto, una familia de cuatro personas quería una escapada a la naturaleza donde pudieran desconectarse de la vida de la ciudad y volver a conectarse unos con otros. Esta pequeña casa en Panamá se convirtió en su respuesta: 67 metros cuadrados de espacio cuidadosamente diseñado donde el tiempo de calidad con los niños ocupa un lugar central.

El terreno inclinado del sitio inspiró el gesto definitorio: elevar toda la estructura. Al elevar la pequeña casa por encima del nivel del suelo, el diseño ofrece impresionantes vistas a las montañas y crea una generosa área cubierta en la parte inferior, una zona protegida que también funciona como espacio para barbacoas y área de juegos. Los niños pueden jugar libremente sin importar el clima, mientras que los padres disfrutan del aire fresco de las montañas de El Valle desde la terraza superior. La plataforma elevada también preserva la topografía natural, lo que evita la alteración del suelo y garantiza una construcción limpia y rápida.

El modelo Tiny Loft maximiza cada centímetro. La planta baja fluye abiertamente: la sala de estar, la cocina y la terraza se disuelven en un espacio continuo. En la planta superior, los dormitorios privados se esconden eficientemente bajo la línea del techo. La configuración de dos niveles demuestra que vivir en una casa pequeña en Panamá no significa concesiones, sino un diseño inteligente. El revestimiento pintado de negro crea un contraste sorprendente con el exuberante paisaje verde, mientras que los detalles de madera natural dan calidez a los interiores. Moderno, refinado y construido para una familia.

Diseñado y construido con nuestro sistema liviano industrializado, este proyecto ofrece un impacto mínimo en el sitio, un cronograma predecible y cero estrés de construcción. Para una familia que busca un refugio en la montaña, el resultado es una casa pequeña que preserva la belleza del terreno y, al mismo tiempo, brinda comodidad, estilo y espacio para que guarden recuerdos. Ocupa poco espacio y es una experiencia generosa, en la que las vistas panorámicas del valle y el tiempo juntos se convierten en el máximo lujo.